La depuradora de aguas residuales es indispensable para la salud y para el buen funcionamiento de nuestros sistemas de higiene, pues sin esta figura nos resultaría mucho más complicado contar con los servicios más cotidianos y hacer que estos impacten lo menos posible con el entorno. Teniendo en cuenta la importancia que tiene el agua en nuestro ecosistema, se hace fundamental.
Lo que hacen estas depuradoras es tratar todo tipo de aguas que han sido empleadas con otros fines con la intención de que podamos reutilizarlas. De esta forma, podremos ahorrar en este recurso, reciclarlo de alguna manera, y producir un impacto mucho menor en el medioambiente.
Pero, ¿sabes como funcionan realmente?, ¿en qué consiste este proceso tan importante? A continuación, te lo contamos todo.
Funcionamiento de una depuradora de aguas residuales
Las depuradoras de aguas residuales funcionan siguiendo siempre determinados procedimientos por fases, que van tratando las aguas hasta permitir que estas se puedan emplear de nuevo. Aquí te exponemos en que consisten todas estas fases para que puedas comprender mejor su labor.
La fase de pretratamiento
Se trata de una fase previa en la que se eliminan todos los residuos que flotan en el agua, y es anterior a los tratamientos que va a sufrir más adelante. Se hace para dejar lista el agua para trabajar sobre ella y evitar que estos agentes obstaculicen los siguientes procesos.
Se llevan a cabo las siguientes técnicas en esta fase:
- Desbaste. Gracias a unas rejas que ejercen de “colador” se retiran los residuos de gran tamaño como botellas, paquetes o ramas de árboles.
- Desarenado. Las partículas que todavía tienen un tamaño contundente, pero han pasado el filtro anterior, se eliminan en este proceso.
- Desengrasado. Las aguas suelen tener aceites o grasas que se han mezclado contaminando la materia prima. Se retiran mediante esta técnica.
La fase de decantación primaria
Hay dos aspectos que todavía son muy visibles en el agua tras el pretratamiento y son los primeros que se eliminan. Mediante la decantación primaria se extraen los sólidos que todavía permanecen la superficie flotando y también aquellos que, por su peso y características, se han quedado apilados en el fondo.
La fase de tratamiento biológico
En este punto, las aguas residuales se introducen en reactivos biológicos para ser tratadas. Según las características del agua o su finalidad posterior, pueden ser bastante diferentes. La técnica que se emplea recibe el nombre de fango biológico y degrada la materia orgánica que se encuentra en el agua.
La fase de decantación secundaria
El fango biológico ha quedado mezclado en el agua durante el proceso anterior, por eso es necesario pasar por un procedimiento de decantación secundaria después. Lo que hace es separar el fango de las aguas residuales para que cada uno tome caminos separados. El fango se puede tratar para volver a ser utilizado, mientras que las aguas ya decantadas van a ir por ríos y otros conductos hasta pasar por el tratamiento terciario.
La fase de tratamiento terciario
Para que el proceso quede realmente completo, seguro y satisfactorio, es necesario pasar por un tratamiento terciario en el que se potencian las técnicas anteriores que darán lugar a un agua mucho más limpia. Esta se higieniza definitivamente, se retira toda polución que pueda haber quedado en el producto y se decide tu destino para volver a ser utilizada.
Todo el proceso de tratamiento de aguas residuales se da en algunos países en los que contamos con medios para ello y hemos implementado la logística necesaria. La alternativa en el resto del mundo es colocar el agua con sus residuos directamente de nuevo a la naturaleza, algo que es altamente contaminante para el entorno y pone un gran desperdicio de recursos.
¿Cómo se depuran las aguas residuales en las viviendas?
El método más tradicional de depuración de aguas residuales en las viviendas es el uso de la fosa séptica. Se trata de un pozo particular en el que se hacen los tratamientos pertinentes para separar las aguas de los residuos mediante sistemas químicos que tratan la materia orgánica.
Es frecuente ver estos sistemas en las zonas rurales o las viviendas unifamiliares, porque es un recurso sencillo y bastante económico. Cabe destacar, sin embargo, que el tratamiento resultante no es ni por asomo tan efectivo y completo como el de las depuradoras de agua. Además, es habitual que lo lleven a cabo los propios dueños de las casas, algo que puede ser un poco arriesgado para su salud por la emisión de gases y los productos peligrosos que se emplean en el proceso.
Por otro lado, las tecnologías han cambiado considerablemente en los últimos años a todos los efectos, y esto también implica a los sistemas de depuración de agua domésticos. Gracias a esto es posible optar por otras alternativas más sencillas y, en algunos casos, también más eficientes.
Mientras que en una fosa séptica se estancan los lodos en el interior y deben ser extraídos mediante un camión bomba, hoy día hay depuradoras de agua residual de diferentes tipos con métodos de extracción diferentes. Aparatos inteligentes que han innovado en este sentido. De hecho podremos encontrar estas dos grandes categorías:
- Depuradoras de filtro biológico que vierten al terreno con un 50 % de contaminación siguiendo la normativa UNE 12566-parte 1.
- Depuradoras de oxidación total que vierten al terreno con un 85 % de limpieza siguiendo la normativa UNE 12566 parte 3.
En la actualidad, se pueden encontrar depuradoras inteligentes que vierten los contenidos con hasta un 99 % de limpieza, un excelente avance para el uso doméstico. Esto significa que van a contaminar menos, a ser más eficientes y significativamente más ecológicas. Estos aparatos son capaces de evaluar de manera automática la carga biológica de las aguas para arrojar resultados mucho más precisos, empleando la digitalización en favor del usuario.
Gracias a estos avances es posible limpiar las aguas de las casas olvidando los esfuerzos que esto podía requerir antaño y con resultados altamente satisfactorios. En el hogar, podremos respetar mucho más el entorno y aprovechar un bien tan preciado como el agua.