Si te encanta el bricolaje y siempre tienes un proyecto nuevo de reforma en casa, seguramente tienes un taller de herramientas bien surtido. En la actualidad, muchos de estos equipos son inalámbricos, facilitando su traslado y uso en cualquier parte.
Este tipo de herramientas funcionan con baterías de diversas capacidades, las cuales aportan autonomía para realizar el trabajo. No obstante, si no tienes los cuidados necesarios, muy frecuentemente se reduce la capacidad de carga de las mismas y debes cambiarlas.
Para evitarlo, debes tener algunos cuidados en cuanto al uso de los equipos así como los sistemas de carga. Por esto, te traigo algunos consejos sencillos para que aprendas a mejorar la vida útil de la batería de tus herramientas.
1. Manejar el nivel de descarga según el tipo de batería
Cuando compras una herramienta inalámbrica, lo primero que debes revisar es el tipo de batería que lleva incorporada. No todas las baterías tienen la misma tecnología y, por tanto, los ciclos de carga y descarga se manejan de manera diferente.
Existen básicamente tres tipos de batería que se usan para el funcionamiento de las herramientas inalámbricas, las cuales requieren condiciones de descarga particulares:
- Baterías de Níquel-Cadmio (NiCd/NiCad): este es el modelo más antiguo usado para herramientas y cuenta con el llamado “efecto memoria”. Por esto, es necesario que las descargues completamente antes de iniciar un nuevo ciclo de descarga. Si no lo haces, la vida útil de la batería se reduce marcadamente.
- Baterías de Níquel Metálico (NiMH): son baterías más eficientes y livianas que las anteriores, en cuanto a capacidad de trabajo. Sin embargo, tienen problemas con los ciclos de carga así como frente a temperaturas muy bajas. Estas baterías no tienen “efecto memoria”, por lo que pueden cargarse sin haberlas descargado por completo.
- Baterías de iones de litio (Li-On): son las más usadas actualmente, ya que son mucho más ligeras, tienen un mayor número de ciclos de carga y estos son más rápido. No obstante, estas baterías se deben mantener en un rango de carga entre el 10 a 80% para alargar su vida útil. Por tanto, no debes dejar que se descarguen por completo.
2. Hacer uso frecuente de la herramienta
Dependiendo del tipo de baterías, no es conveniente mantenerlas almacenadas sin uso durante mucho tiempo. En el caso de las baterías NiCd olas NiMH, cuando no se utilizan por más de dos meses, pueden llegar a formar cristales, lo que hará que se dañen y debas reemplazarlas.
Por su parte, las baterías de litio son mucho más resistentes al almacenamiento prolongado, pero debes recordar guardarlas con un nivel de carga medio. Si guardas este tipo de batería totalmente cargada o descargada, puede sufrir cambios químicos que dañen su estructura.
En general, lo recomendable es que uses tus herramientas al menos una vez cada dos meses, a fin de comprobar el estado de las baterías. Asimismo, esto ayudará a que el equipo no acumule suciedad y todas las piezas trabajen adecuadamente.
3. Mantener la batería a una temperatura estable
Las baterías de todos los tipos vienen diseñadas para trabajar en ciertos rangos de temperatura, por lo que no debes someterlas a un régimen térmico extremo. En su mayoría, responden bien a un intervalo entre los 10 a 40 °C, aunque unos tipos funcionan mejor que otras en distintas condiciones.
Las baterías NiCd son las que mejor resisten las temperaturas frías y pueden funcionar perfectamente hasta a – 6 °C. Por su parte, las NiMH comienzan a presentar problemas por debajo de los 0 °C, por lo que debes evitar almacenarlas, cargarlas o usarlas en este rango.
En cuanto a las baterías de litio, han presentado excelentes rendimientos a temperaturas bastante bajas. Sin embargo, no soportan bien las altas temperaturas y, en algunas ocasiones, se corre el riesgo de que estallen, dañando la herramienta o causando accidentes.
4. No cargar por tiempo prolongado
Según el tipo de batería que incorpore tu herramienta así como la capacidad de la misma, los tiempos de carga serán diferentes. Es importante que sigas las recomendaciones del fabricante, a fin de mantener y alargar la vida útil del dispositivo.
Por lo general, las baterías NiCd y NiMH tienen tiempos de carga más largos, que pueden ir desde las 3 hasta 7 horas. Mientras que una de las mayores ventajas de las baterías de litio es que requieren la carga en tiempos más cortos, algunos menores a 1 hora, dependiendo de su capacidad.
Una vez que la batería ha alcanzado su carga completa, es muy importante que la retires del cargador. Esto debido a que si sigue conectada, la temperatura puede subir mucho y termina dañando la estructura de la batería, viendo reducida en gran medida su vida útil.
5. Usar con cuidado la potencia máxima
Las baterías que se incorporan a una herramienta tienen un voltaje y amperaje diseñado para que la misma alcance la máxima potencia del motor. Sin embargo, mientras más tiempo utilices esta potencia, la demanda de energía es mayor y, por tanto, la batería se descargará en menor tiempo.
Si usas tu herramienta regularmente a su máxima potencia, deberás cargar la batería con mayor frecuencia, por lo que se reducirá su vida útil. Igualmente, esto sucederá si combinas funciones distintas que son muy demandantes de energía.
Toma en cuenta que si siempre requieres forzar la herramienta o le das un uso intensivo, por tu tipo de trabajo, tendrás que cambiar la batería de manera regular. Para alargar su duración, lo recomendable es seguir los cuidados en cuanto a forma de carga y condiciones ambientales en las que la utilizas.
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6. Utilizar siempre cargadores compatibles
Las baterías de tu herramienta vienen con un amperaje y voltaje definidos, los cuales el cargador original puede cargar sin inconvenientes de sobrecargas. Por tanto, si requieres usar otro cargador, lo primero es comprobar si tiene características compatibles con tu batería.
En caso de que el cargador tenga un mayor amperaje que el de la batería de tu herramienta, no tendrá mayores inconvenientes en suministrar la carga. Al trabajar con un cargador de menor amperaje, el cargador posiblemente pueda dañarse al no tener suficiente capacidad.
Con respecto al voltaje, si utilizas un cargador con menor voltaje que la batería, no tendrá capacidad para cargarlo. Si el voltaje es mayor, existe una alta probabilidad de que la batería se dañe, debido al exceso de potencial enviado por el cargador.
7. Mantener las herramientas limpias
Si quieres que tus herramientas funcionen por muchos años como el primer día, la clave es el mantenimiento. Es importante que las limpies después de cada uso, ya que la suciedad puede llegar hasta las baterías y afectar su capacidad de trabajo.
Cuando una batería recibe partículas de suciedad, estas se pueden depositar en sus conectores y dificultar su capacidad de comunicarse con el cargador. Esto traerá como consecuencia que los ciclos de carga no sean eficientes, por lo que se reduce la autonomía y la vida útil de la batería.
8. No hacer modificaciones a las herramientas
Algunas personas tienden a tratar de personalizar sus herramientas, agregando nuevos dispositivos, motores de mayor potencia o funciones. Esto generalmente va a afectar la durabilidad de los equipos y afecta a las baterías.
Debes recordar que una batería ha sido diseñada para soportar las demandas de energía de una herramienta en particular. El fabricante toma en cuenta tanto la potencia del motor como la velocidad y otras funciones que requieren mayor o menor uso de energía.
Si cambias las características del equipo, la batería posiblemente no pueda responder a las nuevas demandas. Así, puede ocurrir que no sea capaz de hacer funcionar a la herramienta o se estropee en pocos usos.