La ropa del trabajo suele terminar al acabar la jornada muy sucia, sobre todo en determinados sectores en los que la ropa entra en contacto con arena, grasa, aceite de motor o incluso sangre. Para que puedas tenerlo todo limpio para el siguiente día de trabajo o para cuando necesites tu equipamiento, te vamos a dar los mejores trucos y consejos para limpiar la ropa laboral que te serán muy útiles para que sientas que estás estrenando ropa nueva todos los días.
Recomendaciones para limpiar la ropa laboral
Uno de los principales consejos que te vamos a dar una vez que te quites la ropa del trabajo en casa es que no vayas a colocarla en el mismo cajón donde se encuentra la ropa que normalmente utilizas fuera de tu profesión. Esto es algo que nosotros consideramos lógico, ya que si al final mezclas la ropa que viene sucia, manchada con aceite, grasa del motor o incluso si trabajas en el sector sanitario con sangre, estarás impregnando prendas que pueden ser mucho más delicadas y que, incluso con los trucos que te daremos, será muy difícil, por no decir imposible, retirar las manchas.
Por este motivo, toma la ropa y métela por ejemplo en una gran bolsa y en ese momento si puedes colocarla en el cajón o incluso déjala apartada en el lavadero, para que puedas identificarla y que ni sus manchas, ni sus bacterias ni sus olores puedan llegar a otras prendas que tengas.
Remoja la ropa antes de lavarla
Un paso muy importante para que puedas disfrutar de una ropa laboral más limpia es que puedas remojarla antes de introducirla en la lavadora. Para realizar este paso deberás de utilizar un barreño bastante grande, según la cantidad de ropa o lo grande que esta sea, ya que no será lo mismo el pijama de una enfermera que, por ejemplo, la ropa de un barrendero, que suele ser mucho más gruesa ya que trabaja en la calle y debe de protegerse más del frío. Una vez que has introducido la ropa en el barreño con agua, te aconsejamos que le des un par de vueltas, para que de esta manera se pueda desprender la suciedad más superficial, aunque también recomendamos usar productos del estilo de detergentes para lavados a mano en polvo, ya que dejando la ropa laboral, como nos comentan desde TusKamisetas en remojo con estos productos lo que se consigue es que los principios activos ataquen directamente a las manchas y de esta manera, consigan soltarse mejor cuando se vayan a introducir en la lavadora.
Manchas difíciles
Existen manchas que son muy complicadas de erradicar y que por este motivo lo ideal es que se puedan tratar de manera independiente. Nunca una ropa del trabajo se va a manchar por igual, a no ser que estemos hablando de un traje de chaqueta o de una camiseta y unos pantalones, ya que en estos casos las manchas pueden ser solo de sudor, sin embargo, con ciertas profesiones nunca se sabe que va a pasar. Poniendo el ejemplo de los médicos, estas personas pueden terminar un día sin ni una sola mancha, solo las características del sudor, mientras que otro día tiene manchas de sangre u otros elementos por todo el pijama, por lo que deberán de hacer más hincapié en dichas manchas que en ninguna otra. Para tratarlas lo que más se recomienda es que se pueda frotar a mano con un antimanchas. Aunque sean muchos los detergentes y la publicidad que dice que no hace falta realizar esta acción, nosotros te la recomendamos ya que frotando ya bien sea con un cepillo o con la propia prenda impregnada en este producto, se consigue que las partículas de suciedad se desprendan y sea más fácil su erradicación. Una vez que haya frotado, se deberá dejar en el agua a remojo durante un par de horas. Este proceso se puede repetir varias veces.
Consejos para una ropa de trabajo limpia
Recuerda en todo momento seguir las indicaciones de los fabricantes de ropa laboral ya que en las etiquetas podrás encontrar la manera más correcta de tratar ese tejido. Con esto lo que conseguimos no solo es limpiar la prenda en las condiciones estipuladas de temperatura, centrifugado entre otros, sino que también lograremos que el tejido esté en perfectas condiciones durante más tiempo, ya que a veces por saltarnos estas indicaciones, nos encontraremos que a los pocos meses de haber comprado nuestra ropa de trabajo o de haberla recibido por parte de la empresa, esta comienza a perder color o incluso a crear zonas en las que no se aprecia que el dibujo de la tela esté como al principio, volviéndose más frágil y por lo tanto, más fácil de romperse.
Por último, siempre que puedas evita la lejía para lavar tus tejidos, ya que aunque puedas pensar que quedan más limpios y que no hay mancha que se le resista, el tejido sufrirá mucho.